DÍA DEL CONSUMO RESPONSABLE
La finalidad de esta fecha es promover y practicar el consumo responsable de productos y recursos; considerando su impacto sobre el ambiente, la salud y la comunidad. Sus inicios están en 1985 cuando la ONU estableció las Directrices de las Naciones Unidas para la Protección al Consumidor, documento que sirve de guía para la formulación de leyes con el objetivo de proteger los derechos del consumidor, así como los sistemas de compensación; alentando a los productores de bienes y servicios a seguir un comportamiento ético, frenar las prácticas abusivas de las empresas, y promover un consumo sostenible, entre otros.
Un punto a destacar son las directrices sobre los programas de educación e información, los que indican que las empresas deben abarcar aspectos como la protección del medio ambiente y la utilización eficiente de materiales, energía y agua; y sobre la promoción del consumo sostenible, responsabilidad que debe ser compartida entre todos los miembros y organizaciones de la sociedad: consumidores informados, gobiernos, empresas, sindicatos y organizaciones ambientales. Son los consumidores informados los que tienen la función de promover el consumo sostenible, influyendo especialmente en los productores y los gobiernos.
“Son los consumidores informados los que tienen la función de promover el consumo sostenible, influyendo especialmente en los productores”.
Qué es consumo responsable
El consumo responsable es el 12° Objetivo de Desarrollo Sostenible el cual está vinculado con las ODS 7, 8 y 9 de la ONU. Esta ODS incentiva a:
- Gestionar eficiente los recursos naturales
- Disminuir la degradación y la contaminación
- Disminuir los desperdicios de alimentos
- Incentivar actividades de las 3R (reducir, reciclar, rehusar)
- Establecer prácticas sostenibles en las empresas
- Sensibilizar a los consumidores mediante la educación sobre los modos de vida sostenibles
“Un consumidor responsable es aquella persona que elige, conscientemente, aquellos productos o servicios de acuerdo a su impacto ambiental y social, del bien en sí y de la empresa que lo produce”.
¿Por qué es importante el consumo responsable?
Se espera que en los siguientes 30 años la demanda por recursos naturales crezca junto a la población mundial, y de seguir con el patrón de consumo y producción actual, no se podrá dar abasto. En 2019, solo en 7 meses se consumieron todos los recursos naturales que son capaces de regenerar los ecosistemas terrícolas en un año.
Imagen: ecosanmartin.com
Los cambios a realizar empiezan por la disminución del desperdicio alimentario, un tercio de los alimentos terminan en la basura, por un mal manejo de la cadena de comercialización y conservación, por el exceso en la producción o problemas en el transporte.
Si la población mundial alcanza los 9.600 millones de personas en 2050, para mantener el actual estilo de vida necesitaremos el equivalente a casi tres planetas.
Los consumidores también tienen un papel muy importante en la reducción del CO2 mundial, ya que en las casas se consumen hasta el 21% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y usa casi el 30% de la energía mundial. Haciendo cambios sencillos como usar focos ahorradores, evitar el desperdicio de agua, desconectar los aparatos eléctricos cuando no se estén usando, compartir el carro o ir en transporte público o bicicleta al trabajo y colegios; se podrá ahorrar dinero y energía, y reduciremos el índice de contaminación ambiental (aire, agua y suelos).
Las empresas deben de innovar en tecnologías que permitan reducir los desperdicios en sus procesos productivos y de transformación, en la incorporación de materiales reciclables, en el comercio justo y en la gestión sostenible de los recursos. Identificar los puntos críticos es vital para implementar planes de acción con metas que permitan hacer un seguimiento periódico. El gobierno puede establecer políticas con incentivos tributarios para aquellas compañías que se alineen a las directrices brindadas en la 12° ODS.
Empresas B (B Corporation)
Es un nuevo modelo de negocios que nació de la iniciativa de B Lab fundada por Jay Coen Gilbert en el 2006, su propósito es crear empresas que generen un impacto positivo, luchando contra el cambio climático y la desigual social. Los miembros de este grupo de negocios están obligados a considerar el impacto de sus decisiones en los trabajadores, clientes, proveedores, la comunidad y en el medio ambiente.
Las B Corp están cambiando la forma de hacer negocios, para construir una economía más inclusiva y sostenible, buscando el beneficio de todos los involucrados en el proceso. Los negocios B, se encuentran dentro de las economías B, con una doble misión: ser económicamente rentables, y generar beneficios sociales y ambientales, dependiendo de la actividad principal de la empresa. Así mismo, trabajan bajo políticas de transparencia y de mejora continua.
En Perú tenemos varias empresas que ya cuentan con el certificado de B company; entre ellas a Sinba que implementa prácticas sostenibles de gestión de residuos bajo el slogan #sinbasura y #nadasobra aprovechando la comida desechada (restaurantes principalmente) para convertirla en alimento animal y abonos, además del reciclaje; logrando, solo el mes pasado, recuperar 131 toneladas de residuos orgánicos y reciclables.
La ONU apoya este modelo de negocios, incluso busca que el sector privado evalúe su desempeño social y ambiental en relación al cumplimiento de las ODS, usando una de las herramientas de las Economías B, conocida como B Impact Assesment, el cual permite evaluar, comparar y mejorar los resultado obtenidos a fin de crear un plan para mejorar las prácticas de cada empresa.
Entonces ¿qué podemos hacer como consumidores responsables?
Debemos hacer un pequeño análisis de cómo afectan nuestras decisiones de compra y comportamiento general sobre el planeta. Para ello podemos hacernos estas simples preguntas:
- ¿Cuántas bolsas y botellas de plástico uso al día?
- ¿Es realmente necesario usar tanto papel (incluye las bolsas de papel también)?
- ¿Cuántos minutos demoro en la ducha? ¿uso la lavadora medio llena?
- ¿Todo lo que compro está empaquetado o embotellado?
- ¿Uso los ventiladores a máxima potencia o dejo las luces encendidas?
Como lo comenta Javier Perla, Gerente de Libélula: “Conocer la composición de la huella de carbono (HC) es crucial en la búsqueda de acciones de reducción”. En este link, pueden calcular el impacto de las labores diarias y las formas de reducirlo de manera sencilla.
Tres claves del Consumo responsable: ahorra energía, cuida el agua y usa menos plástico.
Además, todo el sector privado y gubernamental deben de unirse a este cambio estableciendo estándares de eficiencia energética de sus propias compañías, invirtiendo en investigación, desarrollo y tecnologías verdes, disminuyendo el consumo de recursos como agua, madera, combustibles, energía, entre otros.
El Estado, así mismo, puede crear políticas significativas y regulaciones sobre el rendimiento energético como por ejemplo el impuesto al CO2 (como Suecia); subsidios para energías renovables y biocombustibles, e invirtiendo en educar sobre las causas del cambio climático y las posibles soluciones, desde las escuelas.
Fomentar un consumo consciente hacia otras personas, el medio ambiente y hacia nosotros mismos.
Esta es una fecha para reflexionar, ahora más que nunca, sobre nuestro comportamiento como consumidores, y sobre el modelo de consumo actual, para adoptar prácticas más amigables y respetuosas con el medio ambiente y con otras comunidades.
El costo de los desastres naturales está al alza, las sequías que afectan gravemente la agricultura y la seguridad alimentaria de una determinada comunidad, la desglaciación y los incendios forestales son eventos extremos consecuencia del cambio climático.
Vanessa N. López Vera
Área de Calidad y Nutrición de Tarwicorp
vlopez@tarwicopr.com