Semana de Lucha contra la Obesidad

La Semana de Lucha contra la Obesidad en el Perú fue establecida por el Ministerio de Salud (MINSA) para la segunda semana del mes de octubre. El objetivo de la campaña es el de sensibilizar y concientizar a toda la población sobre la importancia de adquirir hábitos alimentarios saludables y de realizar actividad física para prevenir la obesidad y el sobrepeso.
La OMS define al sobrepeso y la obesidad como: “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”. Cuando la Asociación Médica Estadounidense declaró la obesidad como una enfermedad en 2013, se produjo un acalorado debate, y hasta el día de hoy no existe un consenso puesto que algunos profesionales de salud creen que sí es un problema de salud grave y otros creen que no debe de ser catalogado como tal. Pero podemos encontrar a la obesidad en la Codificación Internacional de Enfermedades CIE-10: 2010 con la codificación E66.
El indicador más común para determinar obesidad o sobrepeso en adultos es el índice de masa corporal (IMC), cuyo cálculo es una división simple del peso (kg) de una persona entre la talla (m) al cuadrado. Es importante recordar que este método solo se aplica para personas de entre 18 – 64 años, los niños tienen otros indicadores establecidos en tablas de crecimiento de la OMS, y para los adultos mayores se considera un IMC con puntos de corte distintos.
Sin embargo, considerar únicamente el IMC no es suficiente, se deben tomar en cuenta otros indicadores como el perímetro de cintura (PC) y el porcentaje de masa muscular y masa grasa, pero este último requiere un equipo de bioimpedancia o de un profesional certificado en la toma de medidas antropométricas (ISAK I y II). Por ello, la critica de muchos profesionales de salud sobre usar únicamente el IMC para diagnosticar la Obesidad, por los límites que presenta este indicador al ser aplicado en atletas, en personas con una estructura muscular mayor (personas entrenadas generalmente), o en personas con poca masa muscular y mucha masa grasa (adultos mayores y quienes han perdido músculo).
Por ello, se combinan diferentes métodos e indicadores para hallar no solo el diagnostico adecuado, sino también la posible causa y el plan de acción de acuerdo a cada caso. Por ejemplo, para la evaluación del riesgo de salud, la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU estableció tres parámetros:
- Índice de masa corporal (IMC)
- Perímetro de la cintura (PC)
- Factores de riesgo de enfermedades y afecciones asociadas con la obesidad
Como ya lo habíamos discutido en el blog sobre Legumbres y cáncer, la obesidad es un factor de riesgo para diferentes tipos de cáncer. También se ha visto asociada a enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, enfermedades cardiacas, incremento de problemas respiratorios (el asma y las alergias se complican cuando también se sufre de obesidad), apnea del sueño, enfermedades hepáticas, artritis, enfermedades autoinmunes, várices, etc.
Hay 13 tipos de cáncer asociados con el sobrepeso y la obesidad: entre los que se encuentran el cáncer de mama, de esófago, de estomago, de hígado, de ovario, utero, el de colon y recto.
Para que la evaluación sea completa, se debe incluir un análisis de sangre: colesterol HDL y LDL, triglicéridos, glucemia en ayunas, algunos nutrientes que se han visto disminuidos en población con obesidad que se podrían considerar dependiendo el caso (vitamina D, calcio, hierro, B12, por ejemplo) y el control de la presión arterial.
La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad cobran más vidas que la insuficiencia ponderal (desnutrición referida a un bajo peso correspondiente a la edad de un niño).
Hasta hace algunos años se consideraba al sobrepeso y la obesidad como un problema de los países industrializados, actualmente esta situación también se encuentra en países en vías de desarrollo, especialmente en zonas urbanas. Incluso, cuando se habla sobre la doble carga de la malnutrición (obesidad y desnutrición) se observa que hay más personas con obesidad que con un peso inferior al normal.
Ningún país ha reportado una disminución significativa de la prevalencia de obesidad en los últimos 30 años. The Lancet.
Causas de la Obesidad
Ya en el 2015, la segunda serie de Lancet Obesity planteaba a la obesidad como una consecuencia de la interacción entre el individuo y el medio ambiente, donde se repite la elección de determinados alimentos y comportamientos poco saludables.
El desequilibrio energético; es decir, una mayor cantidad de calorías ingeridas en relación a las calorías gastadas. El consumo de alimentos altamente calóricos como los ultraprocesados llenos de azúcar (en sus diversas formas) y de alimentos altos en grasa (frituras, snacks); la poca ingesta de alimentos naturales o poco procesados, el bajo consumo fibra, de frutas (enteras), verduras, legumbres, tubérculos y cereales integrales en preparaciones saludables, así como la inactividad física y el sedentarismo; son las causas más comunes.
Pero, analizar las razones detrás de la obesidad es un tema más complejo, y cuyo tratamiento deber ser multidisciplinario. Entre las diferentes influencias sobre el peso podemos mencionar:
- Sobre el consumo de alimentos: se debe considerar la exposición y abundancia de los alimentos (vivimos en un entorno saludable, en un pantano o en un desierto alimentario), el tiempo disponible y el conocimiento suficiente para la preparación de las comidas (o solo consumimos comidas rápidas y pre congeladas) la calidad nutricional de los alimentos que se consumen, la densidad energética, el sabor y textura, el tamaño de las porciones (por muy saludable que sea un alimento, todo exceso es negativo), el tiempo que nos dedicamos a comer, o si comemos viendo las pantallas, etc.
- Producción de alimentos: el poder adquisitivo (dentro de la seguridad alimentaria), el precio de los alimentos en el mercado. Los alimentos saludables no son caros, pero sí es más costoso que no consumir frutas, verduras y otros alimentos saludables en las cantidades recomendadas diariamente, se debe ver como una inversión en salud a mediano y largo plazo, entre otros.
- Psicología social: la educación nutricional (desde pequeños y en los hogares y escuelas), la influencia de los medios de comunicación (disponibilidad y consumo especialmente en las poblaciones más vulnerables), la imagen corporal, la aceptabilidad social de la “gordura”, la valoración sociocultural de los alimentos, presión del grupo social, conceptualización de la obesidad como una enfermedad.
- Psicología individual: el estrés (la conducta alimentaria en el manejo de las emociones), el autoestima, los conocimientos sobre alimentación (control de la dieta de los niños y los mitos que refuerzan ciertos patrones negativos), la exposición a la publicidad (comer frente al televisor, la publicidad de comida chatarra, control parenteral), la necesidad de compensación.
- Actividad física: la capacidad (física y económica) y tiempo para realizar ejercicio, los espacios adecuados (gimnasios, parques y zonas recreativas al aire libre y seguras.), la motivación (ejercicio en grupo e individual), los patrones aprendidos en la infancia (colegio, en la familia), los programas de ayuda para la practica de ejercicio en adultos mayores, en poblaciones vulnerables o personas con algún tipo de discapacidad.
- Aspecto fisiológico: la genética (aunque no es de gran importancia si hay un entorno saludable), la adecuación de nutrientes (debe ser individualizada), el porcentaje de masa grasa y de masa muscular (por poblaciones, grupos etarios e individuos), algunas situación especifica que intervenga con el grado de absorción y utilización de los nutrientes, la termogénesis (mayor en atletas por ejemplo), el nivel de saciedad y el control del apetito (íntimamente relacionados con las control hormonas, y algunos factores psicológicos como el estrés, la ansiedad, la depresión o el aburrimiento), el amamantamiento y destete (las mujeres que dan de lactar pierden peso más rápido y de manera mas sencilla que las que no lo hacen), la lactancia materna (brinda muchos factores protectores), las enfermedades o trastornos concomitantes (menopausia, hipotiroidismo, otros trastornos hormonales), uso de algunos medicamentos (corticoides por ejemplo), etc.
La nueva evidencia muestra que la actividad física tiene beneficios inmediatos para la salud . Por ejemplo, ayuda a reducir los síntomas de ansiedad, la depresión, mejora el control de la presión arterial, la cognición, la calidad del sueño y la sensibilidad a la insulina. También, ayuda a disminuir el dolor en las personas con osteoartritis, en la esclerosis múltiple, y está indicada para personas con TDAH y enfermedad de Parkinson.
Cualquier cantidad de actividad física tiene algunos beneficios para la salud, moverse más y sentarse menos.
Sobrepeso y Obesidad en Perú
La encuesta Demográfica y de Salud Familiar ENDES reporto que el 70% de la población adulta peruana de 30 a 59 años sufre de sobrepeso y obesidad, según el Instituto Nacional de Salud (INS); pero lo que es mas preocupante es que el 30% de niños entre 5 y 9 años también la padece. En ese sentido, la obesidad ya era una pandemia previa al Covid-19. Además, la encuesta muestra otros hábitos poco saludables como la cantidad excesiva de sal (sodio), azucares libres, grasas saturadas y trans, así como la baja ingesta de fibra.
1 en cada 3 muertes en el Perú ha sido causada por el sobrepeso, la obesidad, y las enfermedades crónicas no transmisibles, las cuales están íntimamente asociadas con el consumo de productos procesados y ultraprocesados. La tasa de expansión de la venta de tales productos en el Perú es de las más altas de la región de las Américas.
Casi la tercera parte de los peruanos consumen comida chatarra al menos 1 vez a la semana (pollo a la brasa, chifa, hamburguesas, pizzas, etc) y casi el 88% consume frituras con la misma frecuencia.
Obesidad Infantil
No hay duda de que prevenir la obesidad infantil es clave para lograr una vida sana en la edad adulta y, en última instancia, para revertir la prevalencia de la obesidad.
“Poner fin a la obesidad infantil es uno de los desafíos de salud más complejos que enfrenta la comunidad internacional durante este siglo”. Margaret Chan, Directora General de la OMS, 2015.
Los niños están expuestos a cualquier entorno que creemos para ellos y, si bien es importante tener intervenciones y acciones específicas para los niños, también se requiere un cambio social en su conjunto. Al mismo tiempo, es importante evitar el riesgo de desnutrición o una obsesión malsana por la pérdida de peso en niños y adolescentes con peso normal. Una estrategia de crecimiento saludable es lo que se necesita tanto para niños como para adolescentes.
La obesidad infantil no es causada únicamente por malos hábitos individuales de consumo, también es resultado de un entorno que promueve la obesidad, denominado ambiente obesogénico.
Tratamiento de la Obesidad
El objetivo del tratamiento contra la obesidad es alcanzar y mantener un peso saludable, para ello será necesario trabajar con un equipo de profesionales dependiendo de las complicaciones o características de cada caso: nutricionista, medico, psicólogo, terapeuta físico, etc.
Ello se logrará mediante el cambio en los hábitos alimentarios, el aumento de la actividad física y la adecuación de ambas a la vida diaria de forma que estos nuevos hábitos permanezcan en el tiempo.
Una de las mejores dietas para el tratamiento de la obesidad es la Dieta Mediterránea (e hipocalórica), por la presencia de grasas de buena calidad (aceite de oliva virgen, pescados grasos), la ingesta de legumbres, verduras y frutas y la poca cantidad de azucares y de sal.
La comida peruana también es adecuada, siempre y cuando se controlen las porciones y se ingiera alimentos fuentes de proteínas de buena calidad, vegetales, frutas, legumbres, tubérculos y cereales integrales; además de controlar la cantidad de azúcar libre, frituras y sodio.
Una estrategia que se recomienda que puede dar buenos resultados es la de comer primero los alimentos fuentes de proteína (carnes, huevos, legumbres), luego los vegetales (vainitas, pimientos, tomates, champiñones, espárragos, rabanitos, etc. elegir los que otorgan mayor más saciedad) y luego los carbohidratos (pasta, tubérculos, arroz, cereales). Comer despacio, en un ambiente agradable, dejando de lado las pantallas o celulares, poniendo atención al plato que se tiene en frente.
La alimentación y el ejercicio debe ajustarse a cada persona, a sus circunstancias y entorno, a sus tradiciones, enfermedades y ritmo de vida.
Independientemente del tipo de dieta, siempre prevalecerá la reducción calórica, planteada por un profesional especialista en el área (nutricionista colegiado). Elegir opciones saludables también es importante, sumado a la practica de ejercicio se podrá lograr un peso saludable, la reducción de los factores de riesgo asociados a la obesidad y una mejor calidad de vida, independientemente de la edad de la persona.
Conclusiones Finales
La obesidad es una enfermedad crónica e inflamatoria, cuyo manejo es complejo. El abordaje de la pandemia de la obesidad toma dos caminos: desde la prevención, mediante la creación de ambientes saludables para toda la población, haciendo mayor énfasis en los niños y sus familias; hasta la forma de como revertir las cifras de obesidad, cambiando el enfoque social de los alimentos y la actividad física.
El entorno y la comunidad tienen una fuerte influencia en como elegimos nuestros alimentos; por ello, la educación es esencial para crear hábitos de consumo más saludables.
La obesidad es multifactorial, por ello, las estrategias para su abordaje deben de considerar también el aspecto psicológico, el comer inconscientemente para desencontrarnos (a modo de escape) de los problemas del cada día, comer por estrés, ansiedad, depresión o aburrimiento. A propósito de ello, la tecnología (bien usada) puede ser un apoyo como el podcast de Pazcamino que toca este tema en el capitulo de Sobrepeso, Obesidad y Alimentación Consciente.
Fomentar espacios donde se creen y desarrollen relaciones saludables con nuestro entorno, nuestra familia, trabajo, y con los alimentos.
Vanessa N. López Vera
Asesora de Nutrición de Tarwicorp
vanessalopezvera@gmail.com